Presupuesto para gastos extras de la boda: el salvavidas que nadie te cuenta
- Mariana Luviano
- 11 jun
- 2 Min. de lectura
Cuando hablamos del presupuesto de boda, casi siempre pensamos en lo esencial: el vestido, el banquete, el lugar, las flores… pero hay un pequeño gran secreto que solo conocen quienes ya vivieron el “sí, acepto”: los gastos extra.
No es que queramos asustarte (¡al contrario!), pero sí ayudarte a anticiparte con inteligencia. Porque la planeación con amor también incluye dejar espacio para lo inesperado.

¿Qué son exactamente los “gastos extras”?
Son esos detalles que aparecen al final o que simplemente no consideraste desde el inicio. Cosas que no estaban en tu Excel original, pero que surgen porque quieres que todo salga perfecto o porque son parte del mismo proceso de organización.
Algunos ejemplos:
Propinas a proveedores
Transporte extra para invitados o staff
Accesorios de último momento (velo, liga, joyería, retoque de maquillaje)
Alimentos y bebidas para el getting ready
Cambios de última hora en decoración o clima (¡hola carpa de emergencia!)
Ensamble y traslado de recuerdos o kits de bienvenida
Reimpresión de invitaciones o señalética
¿Cuánto deberías destinar a este fondo de emergencias?

Lo ideal es destinar entre el 5% y el 10% del presupuesto total de tu boda a este rubro.Por ejemplo: si tu boda cuesta $400,000 pesos, deja separados al menos $20,000–$40,000 pesos para este tipo de imprevistos.
Créeme, respirarás tranquila cuando haya que pagar un Uber XL para la abuela o si necesitas mandar a hacer más botellas de mezcal personalizado a última hora.
Cómo evitar que los gastos extra se salgan de control
Aquí van algunos consejos prácticos:✨ Ten siempre una reserva en tu Excel. Agrégala desde el inicio como una categoría llamada “Extras/Imprevistos”.✨ Pide cotizaciones completas desde el principio. Que todo esté por escrito y con letras chiquitas claras.✨ Ten una persona encargada de manejar ese dinero. Idealmente tu wedding planner o alguien de mucha confianza.✨ No caigas en compras impulsivas. Antes de comprar algo no planeado, pregúntate: “¿esto realmente suma a la experiencia o solo es un capricho?”✨ Ten un pequeño kit financiero para el gran día. Con cambio, billetes chicos y efectivo para imprevistos menores.
Una boda sin estrés sí es posible
Parte de planear una boda de ensueño es aceptar que no todo estará bajo control. Pero si estás preparada (y con un presupuesto extra bien pensado), hasta los giros de última hora se pueden manejar con gracia y elegancia.
Tu tranquilidad vale oro. Y ese pequeño fondo para gastos inesperados puede marcar la diferencia entre un día caótico… y uno inolvidable.





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